Te vuelves buscando ese horizonte infinito de promesas, ese horizonte que se instala más allá de mis corazonadas y te habla de hijos y nietos, de historia pasada, de dolores y pérdidas. Sin embargo, has dejado de esperar, porque tienes la experiencia almidonando tus hombros, reconfortando tu paciencia.
Te vuelves buscando ese horizonte infinito de promesas, ese horizonte que se instala más allá de mis corazonadas y te habla de hijos y nietos, de historia pasada, de dolores y pérdidas. Sin embargo, has dejado de esperar, porque tienes la experiencia almidonando tus hombros, reconfortando tu paciencia.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario